PROGRAMACIÓN AÑO 2014
Agosto de 2014: Dedicado al thriller policial francés

El Ejército de las Sombras

Jueves 3 de mayo

Título original: "L'armée Des Ombres" (1969)


Dirección: Jean-Pierre Melville
Intérpretes: Lino Ventura, Paul Meurisse, Simone Signoret, Jean-Pierre Cassel, Claude Mann, Paul Crauchet, Serge Reggiani, Christian Barbier y otros.
Guión: Jean Pierre Melville, Joseph Kessel, basado en su novela homónima.
Fotografía: Pierre Lhomme y Walter Wottitz.
Música: Eric De Marsan
Producción: Jacques Dorfmann
País: Francia
Duración: 140 minutos


Aclamado drama sobre la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Basada en la novela de Joseph Kessel, la película comienza en octubre de 1942 y nos presenta algunos meses en las vidas de los militantes en torno a Phillippe Gerbier, un tranquilo ingeniero civil que es uno de los verdaderos líderes de la resistencia. Philippe Gerbier (Lino Ventura) es jefe de uno de los grupos de la resistencia en París, contra la ocupación nazi, es capturado pero tras un ardid logra escapar y se une a otro grupo que desarrolla sus acciones en Marsella, el delator es descubierto y se procede a su ejecución, la narración ofrece una visión del coraje y los miedos de estos grupos que tan importantes fueron durante la segunda gran guerra.

Estamos ante una de esas películas duras, ásperas, directas, pero por encima de todo imprescindibles. Melville nos regala un fresco de la resistencia francesa plagado de situaciones, con multitud de detalles, tantos que en un principio nos pueden pasar desapercibidos en un primer visionado.

Un clásico del cine europeo en el que Jean-Pierre Melville da una magistral clase de cine al trasladar la novela de Joseph Kessel a la gran pantalla. También se trata, sin lugar a dudas, del más memorable homenaje a los héroes de la Resistencia Francesa jamás filmado. Lejos de sacralizar las gestas de los hombres y mujeres que lucharon contra el gobierno de Vichy y la Gestapo, la película de Melville capta los claroscuros de unos personajes que, con aciertos y errores, se dejan la piel en una lucha solitaria y por la que pocos apuestan. Dificultades morales, económicas y militares que se narran a tres voces, desde la omnisciencia del director hasta dos de los personajes principales, Philippe Gerbier (Lino Ventura) y Jean François Jardie (Jean-Pierre Cassel). Apuntes de estilo y riesgo en una obra que va más allá del docudrama o del epistolario bélico. Puro cine negro es lo que contiene la cinta, con dos maneras de sentir la acción: la de la espera, pausada, agónica, y la de la confrontación o la huída, veloz, trepidante. Siempre desde la contención interpretativa, la frialdad de la imagen y al son de una partitura, la primera de Éric Demarsan, imposible de olvidar.

El ejército de las sombras ofrece por partida doble cine de alta calidad: por un lado la obra más redonda del gran director que murió tempranamente con sólo 56 años, y al mismo tiempo una mirada adulta, conmovedora, pero al mismo tiempo dura, dolorosa, de episodios históricos, documentados, en los que el propio director participó cuando era joven y rabiosamente revolucionario frente a la feroz tiranía nazi. En este sentido El ejército de las sombras es una creación minuciosa, lenta, preciosista, en la que la valentía de sus protagonistas se permite la exhibición de sus debilidades, sus temores, sus traiciones, y a veces su crueldad, mostrado todo con la caligrafía admirable de un creador pero también con el dolor sin ambages de quien ha sufrido en su propia piel la persecución, el arrojo y el implacable dominio del odio a la hora de perseguir y ajusticiar a los traidores en tiempos feroces. Nada de héroes en manos de milagrosas aventuras: siempre hombres con altos y bajos, valentía y temores, ingenio y torpezas en un entorno de lo más especial, ya que personajes y situaciones se basan en hechos reales. Con pocos efectos especiales, Melville construye un relato de pesadilla, en el que la única seguridad es la muerte. Pudiésemos hablar de los protagonistas como héroes, pero, ¿puede es verdaderamente un héroe aquél que trata cada día con frialdad el morir o matar? Los soldados de este ejército de sombras se mueven en la absoluta incertidumbre, entre el ahora o nunca, el suicidarse o en el ser fusilado...

Los actores no pudieron ser mejor elegidos. Todos componen creaciones inolvidables. La película se ve con gran interés y deja un sabor amargo, un cierto dolor que invita a debates y reflexiones profundas en torno al coraje que se necesita para ser coherente con lo que se piensa, tanto en tiempos comunes y corrientes como en los difíciles tiempos que narra esta historia. Si todo el reparto es sobresaliente, quiero destacar con especial emoción la admirable participación del italiano muerto en París, Serge Reggiani: breves minutos en los que personaje y actor logran una simbiosis que pone la piel de gallina. Pero por supuesto, Lino Ventura y Simone Signoret se llevan la palma en un elenco en que todos parecen esforzarse más que de costumbre, como si fueran conscientes de que participan en un testimonio histórico de manos de un genio del cine.

Además de la historia, otro punto fuerte de la película es su ambientación. La lluvia, la niebla, los paisajes boscosos y los húmedos calabozos le dan a la película un aire gélido y lúgubre. También la música se merece la atención, ya que ayuda a construir una envolvente atmósfera melancólica.

En definitiva, nos encontramos de una verdadera obra maestra del cine creada por un genio en estado de gracia. Un film imprescindible.

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Ipcress

Jueves 10 de mayo

Título original: "The Ipcress File" (1965)

Dirección: Sidney J. Furie
Intérpretes: Michael Caine, Nigel Green, Guy Doleman, Sue Lloyd
Guión: Bill Canaway & James Doran (Basado en la novela homónima de Len Deighton)
Fotografía: Otto Heller
Música: John Barry
Producción: Harry Saltzman
País: Gran Bretaña
Duración: 109 min.


A Harry Palmer no le gusta el mundo del espionaje, pero no conoce otro tipo de vida. En esta ocasión, la misión de Harry consiste en localizar al doctor Aubrey Richards, que ha desaparecido teniendo en su poder un valioso archivo que puede haber llegado a manos del enemigo. El gobierno también teme que Richards haya sido sometido a un lavado de cerebro, como ya había pasado con otros dos científicos británicos... (FILMAFFINITY)

Dalby: - No es habitual leerle su propio B107 a alguien, pero voy a dejárselo claro: "Insubordinado, insolente, tramposo; quizá tenga tendencias criminales."
Palmer: - Sí, es una valoración bastante acertada.
Dalby: - Bien. Esa última cualidad puede resultar útil. Si tengo cualquier problema con usted, le morderé, Palmer. Le morderé tan fuerte que volverá donde le encontró Ross.


"The Ipcress File" es la primera película de la trilogía clásica de Harry Palmer, el agente secreto creado por el novelista británico Len Deighton. Concebida y producida por Harry Saltzman - el coproductor de la saga de James Bond - en un intento de generar un cine de espías mucho más creíble que 007 y deliberadamente ubicado en las antípodas de éste.

De hecho, Palmer es un agente miope que firma formularios; un hombre insubordinado y arrogante que fue cooptado por el servicio secreto para evitar pasar un año en la cárcel, que vive en una habitación de alquiler y se levanta con una llamada de aviso y no con una dama que conoció la noche anterior. Al contrario de Bond, opera en un ambiente reconocible y totalmente creíble: oficinas de tareas tediosas y rutinarias, donde la sola idea de tener un Aston Martin es ridicula. Los glamorosos estereotipos de 007 son reemplazados por la contundente realidad del servicio secreto -retratado como una pesadilla burocrática- que es la de pasar inadvertidos. En suma, Ipcress tiene sus raíces en la ola contemporánea de las obras ultrarrealistas de los '60s y no en las llamativas fantasías de Bond.

Por otra parte, mientras que James Bond, educado en un colegio privado, estaría en casa conversando con los superiores de Palmer, Palmer es el hombre de la clase trabajadora que, en contraste con el esnobismo que lo rodea, es retratado como una persona de buen gusto, lo cual se demuestra en su fina cocina y su apreciación de Mozart (y no la espantosa variedad que le hace escuchar su jefe Dalby en un parque).

Las escenas fueron rodadas en Londres, luego del escándalo de de la red de espionaje conocida como "Los cinco de Cambridge" (Kim Philby y otros dobles agentes que brindaban información clasificada a la URSS) y el film, de alguna manera, se mete en una guerra de clases.

Este tema de las clases, como así también las locaciones elegidas, lo hacen un film de espías muy británico -posiblemente el mejor comparado con el ciclo de Bond- que representa el intento de crear un producto trans-atlántico. Un paralelo sirve para ilustrar esta diferencia: Bond tiene un agente amigo americano (Felix Leiter), un personaje menor ocasional en la serie. En contraste, aquí Palmer le dispara a un agente americano que muere por error la CIA lo persigue para vengarse, mientras otro muere en su apartamento. No hay camaradería y la relación amable no existe.

Acompaña esta primera aventura de Harry Palmer buena parte del equipo técnico de la saga 007: el músico John Barry -que aquí contribuye a crear una atmósfera cool y pesimista a la vez-, el editor Peter Hunt, el diseñador de producción Ken Adam. En el sillón del director está Sidney J. Furie. Esta iniciativa agriaría la relación de Saltzman con Cubby Broccoli, hasta el alejamiento del primero de la serie Bond a mediados de los setenta.

Esta película trae un poco de aire fresco a toda la filmografía anterior sobre espías. Los anteojos de Palmer son un obvio símbolo de visión imperfecta (ejemplificado por un par de efectos de visión borrosa en el film). La dirección es elegante y moderna, con un uso llamativo de la cámara, que por momentos hace trucos de vanguardia, filmando alternativamente a través de la ventana atestada de una cabina telefónica, a través de los cristales, pantallas de lámparas, ornamentos y otros objetos. La cámara se sitúa en ángulos muy extraños, dando la impresión de ser cámaras ocultas, realzando la atmósfera de juegos secretos, peligros desconocidos y desconfianza que funciona a la perfección. Furie logra mantener un buen ritmo y la última media hora logra un crescendo de gran tensión. Este es un film en el cual la visión o la comprensión -descifrar "Ipcress" o identificar "Albania" como Londres, por ejemplo- es algo de suma importancia. Palmer ha visto y también comprendido la red que lo rodea antes de identificar al traidor.
Pero la verdadera magia del film
es la maravillosa interpretación de Michael Caine. Es un clásico de Caine, con su carisma, su facilidad para los chistes breves y su legendario acento. Harry Palmer representa el nuevo tipo de héroe británico, así como Michael Caine representa el nuevo tipo de actor británico. Mientras en las películas de acción británicas hasta ahora la elite era mostrada como valiente y eficaz, aquí se los muestra como ineptos, tramposos y resistentes a los cambios.

La atmósfera refleja la era de la guerra fría mejor que cualquir otro film; no hay efectos especiales o escenas de persecuciones impresionantes; sólo estupendas actuaciones y tremendo guión, con un genial humor sutil a lo largo de todo el guión y una evidente atención a los detalles.

Aunque este film está hecho con un bajo presupuesto, su extremada calidad ha hecho que no perdiera vigencia ni fuerza a través de los años.


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Estambul

Jueves 17 de mayo

Título original: "Journey Into Fear" (1943)

Dirección: Norman Foster (y Orson Welles)
Intérpretes: Joseph Cotten, Orson Welles, Dolores del Rio, Agnes Moorehead, Jack Durant, Everett Sloane,Eustace Wyatt, Frank Readick, Edgar Barrier, Jack Moss, Stefan Schabel, Hans Conreid, Robert Meltzer, Richard Bennett, Ruth Warrick
Guión: Orson Welles y Joseph Cotten, basado en la novela homónima de Eric Ambler.
Fotografía: Karl Struss
Música: Roy Webb
Producción: Orson Welles
País: Estados Unidos
Duración: 77 min.

Sinopsis: Howard Graham, ingeniero norteamericano experto en armamento, trabaja con la armada turca. De vuelta a los EE.UU., acompañado de su esposa Stephanie, hacen una parada en Estambul para tratar de negocios con S. Kopeikin, empleado de la compañía de Howard. Llegan al hotel de noche, Kopeikin les espera e insiste en invitar al señor Graham a una sala de variedades. Allí intentan asesinarle, pero muere otra persona. El coronel Haki, de la policía secreta turca, le advierte que Peter Banat, un asesino a sueldo de la Gestapo, anda tras él. Para garantizarle su seguridad, le obliga a zapar en un barco con destino a Batumi, donde podrá reencontrase con su esposa. Pronto descubrirá que viaja con personajes de dudosa identidad, además del siniestro Banat.

Deliciosa serie B del cine negro con un toque de espionaje. Basada en la novela "Viaje en el miedo" de Eric Ambler, bastante fiel al libro, salvo el cambio de profesión del protagonista.

Orson Welles ejerció de actor, productor, director y guionista con algo de ayuda por parte de Joseph Cotten y Norman Foster. La verosimilitud del film queda relegada a un segundo plano en favor de una angustiosa puesta en escena. Claustrofóbica y sobre todo destacar el gran trabajo coral de los secundarios, son todos "sospechosos". Y en cuanto a Howard, sufre una cadena de situaciones absurdas y comprometidas que van en aumento.
(Extraído de El Séptimo Arte www.elseptimoarte.net)

Orson Welles casi siempre ha tenido problemas para terminar sus películas o no pudo realizar el montaje completamente a su gusto, y Estambul no fue la excepción. Como Welles estaba a la vez rodando otra película, encargó a Foster la filmación de ésta, tal como él la había planificado. Pero cuando vio el trabajo terminado, no le gustó, ya que la RKO la había cortado 20 minutos de duración y cambiado el orden de algunas escenas (el original constaba de 91 minutos pero luego de los cortes pasó a tener 69 minutos la versión americana y 71 la versión para Europa).
La copia que vamos a ver es una restauración parcial de la misma.




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