Jueves 9 de agosto
Título original: "La Notte" (1961)
Dirección: Michelangelo Antonioni
Intérpretes: Marcello Mastroianni, Jeanne Moreau, Monica Vitti, Bernhard Wicki, Maria Pia Luzi
Guión: Tonino Guerra, Michelangelo Antonioni, Ennio Flaiano
Fotografía: Gianni di Venanzo (B & N)
Música: Giorgio Gaslini
Producción: Emanuele Cassuto
País: Italia
Duración: 122 min.
En "La Noche",
Antonioni vuelve a examinar a la burguesía, personificada en el matrimonio conformado por el escritor Giovanni Pontano (un maravilloso Marcello Mastroianni) y su esposa Lidia
(la espléndida Jeanne Moreau). Ambos llevan una vida repleta de eventos
sociales donde se codean con importantes artistas, intelectuales, personajes
de las altas esferas, ricos empresarios, etc..
A pesar de ello, les
resulta difícil no aburrirse de
tanta artificiosidad, sobre todo cuando entre ellos no abunda el
diálogo, sino toda clase de sonidos de fondo; desde los ruidos de la
ciudad hasta las conversaciones más irrelevantes de otras personas.
"La
Noche" es un filme sutil, donde los mensajes relevantes no están en lo
evidente, sino en los detalles. Los personajes hablan más con sus silencios que con sus parlamentos.
Así lo subraya Antonioni cuando Lidia le dice a su marido Giovanni que tiene sólo un pensamiento en su cabeza pero no va a revelárselo.
El tema principal es la incomunicación, y es precisamente esto lo que parece conducir a la pareja al desamor,
el cual se va gestando entre paseos, esperas, conversaciones banales,
fiestas y escarceos extramaritales.
Nos enconmtramos aquí con un desamor
de la vida real, sin grandes certezas, preñado de dudas y confidencias,
un desamor, en definitiva, veteado de amor. Tal como es, en definitiva,
la verdadera naturaleza ambigüa
de las relaciones humanas.
De esta manera, "La Noche" explora la sinuosa complejidad de la naturaleza humana, exponiendo toda la desolación sin anestesia; mostrando la verdad de manera directa pero con gusto. Esto, por supuesto, carece de toda espectacularidad.
Pero es que nuestras vidas,
aunque ahora nos sorprenda recordarlo, está más llena de silencios, de
tiempos muertos y de búsqueda, que de tórridos idilios imposibles, de
frases ingeniosas para cada momento,
de explosiones en cadena,
de persecuciones vertiginosas y tiroteos por la ciudad.
Más allá de todo lo expuesto Antonioni nos deja un resquicio de esperanza en el final de esa "noche" de fiesta y engaños que culmina con un sorprendente
amanecer.
Ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1961 y del David de Donatello al mejor director, entre otros premios.
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