Viernes 23 de septiembre
Título original: "Banchikwang"; título internacional: "The Foul King" (2000)
Dirección: Kim Ji-woon
Intérpretes: Song Kang-Ho, Go Ho-kyung, Jang Hang-Seon, Kim Su-ro, Jang Jin-Young, Park Sang-Myeon, Jeong Woong-in, Jung Doo-hong, Kim Ka-Yeon, Lee Won-jong, Shin Goo.
Guión: Kim Ji-woon
Fotografía: Hong Kyeong-Pyo
Producción: B.O.M. Film Productions Co. / Oh Jeong-Wan, Lee Mi-Yeon, Jo Jin-A
País: Corea del Sur
Duración: 111 min.
Dae-Ho (Song Kang-Ho) es un empleado bancario improductivo e ineficiente que llega tarde todos los días al trabajo y eso lo convierte en el objeto de las frustraciones de su jefe, que lo maltrata y humilla permanentemente. En su vida personal tampoco le va muy bien: su timidez le impide expresarle sus sentimientos a la mujer de la que está secretamente enamorado, y habiendo pasado los treinta años, todavía vive con su padre.
Para escapar del mal sabor de sus fracasos, sueña con ser un luchador profesional para poder vengarse de su abusivo jefe o al menos levantar un poco su autoestima. De pequeño era fan de los programas de TV de lucha libre (del estilo de "Titanes en el Ring"), pero a pesar de ello nunca pudo aprender a librarse de la llave en la cabeza que le hacía su jefe cada vez que llegaba tarde.
Un dia logra ser admitido como aprendiz de lucha libre, aunque sólo porque el entrenador necesitaba un luchador tramposo que jugara sucio. Dae-ho no tiene ningún talento, pero entrena duro todo el día para poder subirse a un ring. De esta manera, poco a poco se va transformando en el villano luchador conocido como "El Rey de las Trampas".
Como en una historia de superhéroes, cuando Dae-ho se pone la máscara de tigre blanco adquiere confianza para dejar de ser el cobarde perdedor que es en la oficina.
Las secuencias de lucha son sólo un aspecto secundario, mientras lo principal son las escenas de humor absurdo -una suerte de Mr. Bean coreano- donde el protagonista intenta ganarse algún respeto en su ridícula vida cotidiana.
Song Kang-ho, uno de los mejores actores de Corea del Sur de la actualidad en uno de sus primeros papeles protagónicos, encarna a este típico perdedor al que nada le sale bien, y lo hace maravillosamente, como es habitual en él.
El ritmo, el tono oscuro y cómico característico del genial director y las actuaciones hacen de este divertido film -el segundo dirigido y escrito por el consagrado Kim Ji-Woon- una de las comedias más atípicas y geniales de los últimos tiempos, con un anti-heroe "verdadero" (o sea, no a la hollywoodense) al que en palabras del propio Kim Jee-Woon: "Nunca nada le saldrá bien en la vida."
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